matados por la gente. Cuando se mata a un animal, su vida se va, pero nadie es acusado de asesinato. Cuando se mata a un ser humano, la historia es diferente. Dios demostró el precioso valor de la vida humana ya en el tiempo de Noé cuando declaró: “El que derrame la sangre de un hombre, por otro hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios es hecho el hombre” (Génesis 9:6). Lo más importante, el alma humana fue hecha a la imagen de Dios. “Entonces dijo Dios:
Page 11